27 de enero de 2014

A un Amigo que me Envió unas Rosas


Cuando ya tarde paseaba por los campos felices,
A la hora en que la alondra sacude el trémulo rocío
De su exuberante escondite de trébol; -cuando de nuevo
Los bravos caballeros cogen sus abollados escudos:
Vi la flor más linda que haya ofrecido la naturaleza silvestre,
Una rosa almizcleña recién mecida por el viento; la primera en desprender
Su fragancia al verano: crecía encantadora,
Como si fuera el cetro que empuñara la reina Titania.
Y mientras me regalaba con su aroma,
Pensé en la rosa de jardín, con mucho superada:
Pero cuando, ¡Oh Wells!, tus rosas llegaron a mí,
Mi sentido con su exquisitez quedó presagiado:
Dulces voces tenían, que con tierna súplica,
Me susurraban sobre paz, verdad e invencible cordialidad.

[John Keats]

No hay comentarios:

Publicar un comentario